7.3.15

POR LA VÍA DEL CORRE CALLE

Hoy nueva mezcla de alegría y preocupación. Aunque la alegría gana por goleada, porque si gana el Sevilla no hay un solo motivo futbolístico que me haga borrar la sonrisa. Pero eso no quita que no me preocupe de lo que no funciona en mi equipo. Y está claro que si para ganar un partido hay que meter tres o cuatro goles como está sucediendo últimamente, es que algo no funciona.
Y como todo el mundo puede imaginar y los datos lo reafirman, lo que no funciona es el sistema defensivo del equipo, curiosamente en lo que se basaba el equipo no hace mucho para ganar los partidos.
Miro al azar la clasificación varias jornadas atrás y me encuentro que el Sevilla era el tercer equipo menos goleado, solo por detrás de Madrid y Barcelona. Y ahora solo siete jornadas después, tiene hasta nueve equipos con menos goles encajados. Lo curioso es que ocupa la misma posición. Quinto.
En general, aparte de la alegría por ganar, no me ha gustado el equipo. Un equipo que ha perdido toda consistencia atrás y que se ha vuelto muy vulnerable.
Sin duda ha tenido mucho que ver, que debido a las lesiones se ha roto el tándem de centrales titulares que formaban Pareja y Carriço. Y que el nivel de sus sustitutos están muy lejos de ellos.
Pero no solo eso pudiera ser la causa. Por ejemplo he notado que no se presiona con la intensidad de antes. Sin olvidar que en la portería está un joven debutante en la categoría con solo veinte años.
Sean esas las causas o no, lo que está claro es que Emery tiene que volverle a dar al equipo consistencia atrás, porque no siempre se va a poder meter tres o cuatro goles, o a Vitolo le va a salir el partido de su vida.
Me queda la esperanza de que se recuperen definitivamente tres de los cuatro titulares en defensa como son Carriço, Pareja y Tremoulinas, a ver si así se recupera gran parte de la consistencia que teníamos antes. O más bien que desaparezca lo que ahora tenemos, que es una defensa para pelear por no descender.
Del lateral derecho no comento nada, porque ahí gracias a la torpeza de Monchi, no tenemos solución